Las recetas son utilizadas por todos, ya sea en familia, en privado o en el lugar de trabajo. Imágenes y fotografías de contenido gastronómico invaden nuestra vida cotidiana, en la televisión, en los medios de comunicación y en la calle. Es imposible no ver un libro de recetas tradicionales o de recetas de chefs en una librería.

Las recetas de cocina están ahora a disposición de todo el mundo. Cualquiera puede, voluntaria o involuntariamente, querer apropiarse de una receta o copiar una receta que no ha creado él mismo. La cuestión de la protección de las obras y recetas culinarias es más que nunca un tema de actualidad para el que no es fácil encontrar una respuesta.

Desde 2010, la "comida gastronómica de los franceses" está incluida en el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Aunque se trata de un verdadero reconocimiento del patrimonio gastronómico francés, parece que desde el punto de vista legislativo aún no es así.

Aunque según la legislación francesa, una creación puede estar protegida por derechos de autor si es original, la jurisprudencia considera que las recetas no pueden beneficiarse de esta protección. De hecho, se acepta que aunque la receta esté escrita de forma original, el autor puede beneficiarse de la protección sobre la escritura pero no sobre el contenido en sí.

A menudo se asocia a los grandes chefs con una obra que, con el tiempo, se convierte en su firma. Puede resultar frustrante, tras unos meses o años de trabajo, que se reproduzca públicamente la obra de uno sin mencionar su propia identidad y sin haber dado su permiso. Con la evolución de la tecnología digital, la web y las redes sociales han aprovechado esta plaga para compartir y difundir recetas y contenidos gastronómicos.

¿Cómo puede uno proteger su receta? ¿Qué recursos tiene un cocinero si su receta es explotada por alguien que no es él? Pierre de Roquefeuil, abogado especializado en derecho de la propiedad intelectual en París, le da toda la información.

La protección de las recetas: ¿no está prevista en la legislación francesa? El abogado especializado en propiedad intelectual le responde

El Código de la Propiedad Intelectual establece tres características que deben aplicarse a la protección de una obra: la obra debe ser una obra de la mente, debe tener una realidad material y debe llevar la impronta de la personalidad de su autor. Esto permite que la obra sea reconocida como original y única de su creador.

La jurisprudencia ha sostenido durante mucho tiempo que las recetas no pueden acogerse a la protección de los derechos de autor. De hecho, en 1997, el Tribunal de Grande Instance de París dictaminó que "aunque las recetas pueden protegerse en su expresión literaria, no constituyen en sí mismas una obra del espíritu".

El artículo L. 611-10 del Código de la Propiedad Intelectual elimina la posibilidad de patentar en beneficio únicamente de la estética y define la patentabilidad mediante la prueba de la novedad y la actividad inventiva. En consecuencia, sólo se podrá conceder una patente si se demuestra que la invención técnica aporta una solución a un problema técnico. En el caso de una receta, éste no es el caso.

Por consiguiente, una receta escrita de forma original, permite a su autor beneficiarse de una protección sobre el escrito. En consecuencia, el autor de la receta podrá oponerse a la publicación de su receta palabra por palabra sin haber dado su consentimiento o sin mencionar su propia creación. Sin embargo, el creador de la receta no podrá beneficiarse de la misma protección sobre el contenido de su receta.

Por lo tanto, actualmente es muy difícil establecer protecciones para recetas o creaciones culinarias. El Código de la Propiedad Intelectual no prevé una protección específica para una creación culinaria.

No obstante, se pueden prever algunas acciones para proteger sus recetas. Pierre de Roquefeuil, abogado especializado en derecho de la propiedad intelectual en París, le revela algunos consejos para proteger sus recetas u obras culinarias a su manera.

Proteger su receta: el abogado especializado en propiedad intelectual le da algunos consejos

La forma más eficaz de conservar una receta es mantenerla en secreto, como ocurre con una habilidad. Al mantener una receta en secreto y no publicarla en un libro o en un blog, tendrá pocas posibilidades de ser reproducida.

Si se publica una receta, puede que sólo sea parcialmente, y que las sutilezas de los conocimientos técnicos y los ingredientes permanezcan en secreto... una cuestión de estrategia comercial. Por ello, se recomienda encarecidamente que el creador de una receta haga ciertas menciones como "Todos los derechos reservados" o "Prohibida su publicación". Estas menciones pueden contribuir a disuadir la reproducción de sus propias recetas.

¿Desea orientación para proteger sus recetas? ¿Sospecha que alguien ha copiado su receta y la ha distribuido en su nombre? El bufete Roquefeuil, especializado en derecho de la propiedad intelectual en París, le asesorará y le ayudará a defender sus intereses.

Registrar una marca para proteger su receta

Transformar su receta en una marca registrada le permite obtener protección. Aunque la receta en sí no sea exclusiva, el nombre que elija para ella sí puede serlo. Una marca registrada ayuda a los consumidores a reconocer una empresa o un modelo. Por lo tanto, registrar una marca supone una ventaja comercial y una seguridad para la empresa.

Si asocia un título a su receta y registra una marca en el INPI (Institut National de la Propriété Intellectuelle), tendrá el monopolio del nombre de la receta. Es el caso de una famosa bebida de yogur o de un famoso huevo de chocolate para niños. Sus recetas siguen siendo hoy un misterio. Es lo que se denomina "secreto comercial". No obstante, hay que recordar que la receta podría reproducirse y utilizarse con otro nombre, ya que esta protección sólo se aplica al nombre comercial.

En la misma línea, se puede prestar atención a la ley sobre denominaciones de origen e indicaciones protegidas.

Proteger su receta con una cláusula en el contrato de trabajo

También existe otra protección para un chef: la cláusula de no competencia en el contrato de trabajo de sus empleados. En una empresa en la que los empleados tienen acceso a recetas, éstas deben estar protegidas en el contrato de trabajo antes de ser divulgadas. La inclusión de una cláusula de no competencia prohibirá a un empleado reproducir esta receta en una empresa de la competencia. Sin embargo, esta cláusula de no competencia sólo es válida si prevé una compensación económica para el empleado y una limitación proporcionada en el tiempo y en el espacio.

El empresario también puede insertar una cláusula de confidencialidad en el contrato de trabajo. Esto prohibirá al empleado revelar información como ingredientes, cantidad, proporciones, etc.).

Receta de cocina: protegerla en su aspecto

Para un cocinero o pastelero, una receta puede protegerse a través de la apariencia del plato resultante. Aunque el contenido en su conjunto no puede protegerse, el diseño de una creación culinaria o la forma de preparar un plato concreto pueden protegerse del mismo modo que una obra.

No obstante, cabe señalar que la legislación sobre diseños permite proteger en estas condiciones "la apariencia de un producto, o de una parte de un producto, caracterizada en particular por sus líneas, contornos, colores, forma, textura o materiales. Estas características pueden ser las del propio producto o las de su ornamentación. Se considerará producto todo objeto industrial o artesanal, incluidas las piezas destinadas a ser ensambladas en un producto complejo, los embalajes, los expositores, los símbolos gráficos y los caracteres tipográficos, pero excluidos los programas informáticos.

El chef estrella Alain Passard, por ejemplo, ha registrado como modelo su tarta "bouquet de roses" y sus diversas variaciones. Como esta obra es original y única para él, este registro de modelo protege por tanto la reproducción de su tarta "ramo de rosas".

Sin embargo, en caso de litigio entre el diseñador y el presunto infractor, el diseñador tendrá que ser capaz de demostrar que su diseño cumple los requisitos para ser protegido por la ley de diseños.

Publicación de una receta: protección de los derechos de autor

Una receta publicada en un blog, una página web o en un libro, otorga a su creador derechos de autor sobre su redacción. Sin embargo, la redacción de la receta debe ser original y destacar por un estilo literario específico.

¿Desea asesoramiento para proteger sus creaciones culinarias? ¿Desea emprender acciones legales contra un infractor? El bufete Roquefeuil, especializado en derecho de la propiedad intelectual en París, le ayudará a ver las cosas más claras y le acompañará durante todo el procedimiento https://roquefeuil.avocat.fr/avocat-specialise-propriete-intellectuelle-paris/

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